Dentro de las “Rias Baixas” (Rias Bajas), la comarca pontevedresa del
Salnes alberga Cambados, municipio costero considerado como capital
mundial del Vino Albariño.
En honor al Vino Albariño se
celebra en Cambados (Galicia), la manifestación gastronómica más antigua
de Galicia y la segunda con más tradición de España, reconocida como
Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1977.
En los inicios de la Fiesta del Albariño nadie se podía imaginar la importancia y repercusión que ésta iba a tener para el desarrollo del municipio y para el impulso del pujante sector del vino. Cambados fue creciendo con esta celebración y los cambadeses y cambadesas se sienten identificados con ella. Le deben mucho al vino y a la fiesta, por eso Cambados es conocido actualmente, a nivel nacional e internacional, como la Villa del Albariño.
La historia de la Fiesta del Albariño empieza en los años 50, cuando en una reunión de amigos, entre los que se encontraban Bernardino Quintanilla, Ernesto Zárate, Manuel Silva, José Rodiño y Francisco Fernández Aguiño, el primero, poseedor de una pequeña viña en Tragove, retó al terrateniente Zárate, propietario de una gran plantación en Padrenda, a comprobar cual era el mejor albariño. Acordaron convocar un concurso en el que cada cosechero presentara su vino para acreditar quien tenía el mejor.
La primera cena-concurso se celebró con carácter privado, en el año 1953, en la finca de Ángel Botana Gómez. Se presentaron nueve bodegueros, y medio centenar de albariñenses constituyeron con solemnidad el jurado de la primera Cata Prima, la cual selecciona los caldos que merecerán clasificarse para superar el rigor del jurado de la Cata Postrera, donde salió premiado únicamente José Rodiño Oubiña quien, con un magnífico Albariño del predio de Carballás, sorprendió a sus competidores. Al año siguiente obtuvo la victoria Zárate, al igual que en las dos convocatorias siguientes, siempre con Quintanilla de segundo.
Durante los primeros años, la fiesta se celebró en la finca de la casa de Ángel Botana, hijo político de D. Ramón Cabanillas. La fiesta acogía cada vez a más adeptos y la finca de Botana se quedó pequeña por lo que se decidió trasladar la celebración primero a los jardines del pazo de Ulloa y posteriormente al pazo de Bazán, hoy Parador Nacional del Albariño, para asentarse definitivamente desde el 2005 en los jardines del pazo Torrado.
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